viernes, 19 de septiembre de 2008

Siempre hay un hijoputa con una camarita

Cámara de video, de fotos, móvil... hoy en día hasta las calculadoras sirven para grabar. Cuando sobrevino el pepinazo del avión de Spanair, me cuidé muy mucho de no escribir nada al respecto. No es el tipo de temas que tenía en mente cuando empecé con el blog. Sin embargo, hoy he visto el video del hostiazo. Y he oído a periodistas de El País decir gilipolleces en la tele para justificarlo. Y me he encendido...

Hay cosas del prójimo que uno no puede llegar a entender nunca (los amigos de Yeray dirían que no soy empático, pero que les jodan). Una de ellas es el fenómeno del móvil. Vas por la autovía, ves un coche empotrado en la cuneta y al sangrante conductor arrastrándose por el asfalto. Lo normal es pararse y acudir en su ayuda, ¿no? Vale... pues siempre hay alguien que se para y lo que hace es sacar un móvil y grabar. A lo mejor sois dos o tres ayudando al fulano, parando el motor, llamando al 091... y un hijoputa grabando la sangre y la agonía del pobre hombre. Lo mismo se aplica a accidentes mayores, y esto es lo que ha pasado en esta ocasión. ¿Por qué lo hacen? Puedo entender que no pares a ayudar, por miedo lo o lo que sea... ¿pero bajarte para grabar?

Pues lo hacen porque siempre hay un hijoputa mayor que les paga por la grabación, y lo expone en su página web o en las noticias. A más carnaza, más euros. Y luego, embutido en su armadura de virtuoso defensor de la libertad de información, vomita en nuestros platos el ya resobado argumento de Mi Obligación Es Publicar La Información Que Me Llega o ese otro de El Público Desea Saber. Pues mire usted, que me maten si algún familiar disfruta deleitándose una y otra vez con la visión de los dramáticos segundos en los que el avión en el que iban sus seres queridos se convierte en un infierno de llamas, humo y metales retorcidos. Por la tele, en todos los canales, todos los periódicos, en la radio, reiterándose hasta que pase de moda. Y sin que nada de eso aporte más información acerca de la causa del accidente.

Por lo visto hay una que sí, una corta mental de Gran Canaria que agradece toda información que quieran darle. Pues nada, que le regalen una copia y la monta en casa con su música favorita, para sentirse mejor viendo cómo murió su familiar una y otra y otra vez. A lo mejor eso le despeja ciertas dudas...

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