viernes, 13 de febrero de 2009

El Post del No Dormir

Qué asco de insomnio, señores. Nunca he sido de dormir mucho, pero con tanto trajín en mi vida últimamente la cosa va a mayores. Esperemos que se nos vayan sentando los quiasmas en las próximas semanas, conforme me voy haciendo a la idea de vivir en casa, después de todos estos años. Joer, si todavía sueño de cuando en cuando que tengo exámenes por hacer para terminar la carrera...

Bueno, ete aquí el relato de mi periplo en esta última semana:

Primera Parada: Costa da Morte
Regresar a los orígenes de uno es algo bucólico y reconfortante. Parada obligada en esta época de transición a la vida adulta y todo eso. Ver a la agüelita, a mis tí@s y prim@s, algún conocido... y comer. Comer como si no existiera un mañana para pasarlas putas. Porque en Galicia, especialmente entre los míos, se da el fenómeno de doble negación que convierte toda respuesta negativa a la hora de comer en un "sí, por favor, con doble de todo". Se dan estas escenas curiosas en las que te preguntan sin quieres un bocadillo con tu colacao mientras abren un pan y echan un vistazo a la bandeja de embutidos... la respuesta es opcional, está claro.
¿Y frio? La virgen puta, vaya tela. Siempre me ha fascinado el cuarto de baño de la casa de mi tío Xan: un sitio amplio, alicatado de suelo a techo y con una ventana bien grande. Uno de estos cuartos diseñados no sólo para no ahorrar calor, sino para disiparlo rápidamente. Las duchas mañaneras son un auténtico renacimiento.

Segunda Parada: Santiago de Compostela
Visita obligada a María y su novio Diego. Ha sido... raro... alegrarse por una amiga mientras una maraña de ira y celos te raspa el cráneo por dentro. Nu sé, se me juntó con otras cosas, supongo. En fin, que vi a María, que siempre es motivo de alegría, y la vi contenta (ración doble de felicidad para todos, invito yo). Su novio es bien majo, podría ser una de esas personas con las que se entabla una amistad con los años. Quién sabe, si la cosa prospera puede que incluso logre caerle bien y todo ^^
Lo que más me sorprendió fue... eso... que tenga novio. ¿Sabeis? No un noviete, un rollo o el típico chico que se echa a la espalda y hasta que se aburra. No señor, no... la cosa es seria, independientemente de si prospera o no. A poder ser, que prospere. Muchas molestias se ha tomado para que luego no dure un buen tiempo.

Tercera Parada: Barajas
Si señores, la maravillosa T4 me acogió durante más de ocho horitas gracias a los temporales y las malas condiciones meteorológicas. Afortunadamente para mi, la colosal terminal dispone de todo lo que necesita un friki para sobrevivir en un entorno hostil. A saber: librerías dotadas con el último libro de Terry Pratchett, Mc Donalds (Menu Cuarto de Libra + Mc Flurry = felicidad mórbida) y kilómetros para pasear de un lado a otro cuando te vayas amodorrando en los sillones.
Y sobretodo no sentirse sólo. Porque cuando eres el único que empuja un carrito mientras mueves los labios, cantando en silencio la cancioncita estás escuchando, eres raro. Pero si sumáis una docena, y no parais de cruzaros en cada vuelta, se crea cierto vínculo.

Epílogo: Vuelta al Hogar
Hmmmm... es raro estar de vuelta y sentir que no vas a irte en una temporada. Al menos, no irte en el sentido más completo de la palabra. Juntas el malsabor de las despedidas allá en el Norte con la alegría de los reencuentros largamente esperados. La incertidumbre de vagar sin rumbo fijo con la expectación de una nueva etapa que está por comenzar. El hambre de no comerse un colín con el furor de saberse fuera de Santander (tierra de la antipromiscuidad).
Por lo pronto trataré de desintoxicarme un poco de tanto estupor, y sacarle jugo a estos días de asueto que tengo por delante. Después fijo que estoy más centrado y se caga la perra con el doctor que se les viene encima. Si supero esto del insomnio. Ea, me voy a jugar al Jericho.

Por cierto...