viernes, 6 de junio de 2008

Thief 3: Deadly Shadows

Hace ya bastante tiempo que adquirí la triología de Thief (The Dark Project, The Metal Age y Deadly Shadows). Las dos primeras partes me gustaron mucho, a pesar de los gráficos de la era Quake I, y los defectillos de jugabilidad. La tercera entrega, a pesar de sus mejores gráficos, me la habían pintado como "sosa y aburrida, más de lo mismo". Pero vengo a desmentiros a todos este garrafal error, vengo a hacer un review de...



Bien, centrémonos: Eres Garret, el ladrón más temido y renombrado en el mundo steam-punk que es Thief. Tras frenar los planes del Señor de los Bosques, y derrotar al demente y retorcido Lord Karras y sus Mecanistas, vuelves a la sencilla vida de ladrón legendario. Una noche como cualquier otra, un robo más a un noble en una posada... y vuelves a verte involucrado en una conspiración apocalíptica que amenaza -por tercera vez- la época en la que vives.

Para los profanos, en Thief existen tres facciones básicas: Hammeritas o la Orden del Martillo, que adoran al Creador como dios de la tecnología y padre de la civilización. Los Paganos, que adoran al Trickster, el Señor de los Bosques, y propugnan la vuelva a la vida primitiva. Y en medio, los Cuidadores, que investigan incesantemente en sus bibliotecas en busca de profecías que les ayuden a velar por el correcto devenir del mundo. En tus inicios tu fuíste uno de ellos (eso es, en la intro y el tutorial del primer juego), pero preferiste emplear tus habilidades sin par para beneficio propio. Eso no impide que, cada vez que el fin del mundo se aproxima, un Cuidador venga a tocarte las narices, cargándote de trabajo sin pagarte un sólo doblón.


Lo más novedoso de esta entrega del juego, a mi entender, no son los gráficos. Que son magníficos, ya lo digo. Es el hecho de poder deambular por la ciudad ENTRE las misiones. Durante los dos primeros juegos, se respetaba la tradicional estructura de un shoot'em-up de completar un nivel y pasar al siguiente. Ahora Garret puede darse una vuelta por los diversos barrios de su ciudad y acechar a los transeuntes, esquivar a la Guardia Local y asaltar tiendas sólo por amor al arte. Igualmente, ya no compras tus flechas, bombas y demás en la pantalla de carga entre una misión y otra. Ahora vas a una tienda del mercado negro a por ellas, o a vender lo que has robado.


Así mismo, las facciones dejan de ser un mero telón de fondo de tus misiones. Ahora Garret puede, si así lo desea, hacer favores para Paganos y/o Hammeritas, e incluso misiones para ellos. Y por fin aceptas un lugar entre los Cuidadores, aunque sea a regañadientes. Nada a cambiado desde el primer juego, no obstante, y sigues velando únicamente por tus intereses...


En definitiva, si jugásteis los dos primeros y os gustaron o no mucho, os recomiendo esta tercera entrega. Si no habeis jugado nunca, y quereis probar el concepto novedoso de ser un ladrón en un shooter en el que la sombra y la daga pueden más que la espada, en el que el éxito se mide no en pilas de cadáveres, sino en riquezas robadas y cuerpos ocultos que el enemigo no ha descubierto... si quereis probar la tensión de acechar en las sombras a pocos pasos de una patrulla, y avanzar a su paso sin que os oigan para dejarlo K.O. con vuestra... ejem... cachiporra... Thief 3: The Dark Age, es vuestro juego.