¿Arte?

Joer, a lo que llega la vida. Por primera vez me ha llegado un e-mail de esos de cadena que me ha llamado la atención. Sé como suena, y he mirado en varias páginas en internet para ver si la cosa va en serio... no sé, nada es definitivo. Pero si es cierto, es lo suficientemente grave como para colgarlo en mi blog.

Al parecer hay un tipejo de Costarrica, un tal Guillermo Vargas Habacuc, que es uno de esos que hacen arte y tal. Su obra "Eres lo que Lees" ha ganado un premio bienal de arte sudamericana, o algo así. Se trata de escribir dicha frase en la pared, con pienso para perros, mientras tenía atado a la pared de la exposición a un perro callejero (Natividad) sin darle comida ni agua, hasta que el animal murió de inanición. Supongo que esto último no buscado, pero bueno, muerto está.
Lo cojonudo del asunto es la cantidad de hijos de puta que se pasaban por allí, admirando la exposición, y a nadie se le ocurrió -o no tuvo los cojones- de desatar al chucho y llevárselo. Alguno hasta aplaudiría, manada de descerebrados que corean un "¡viva!" la expresión artística, y no sabrían reconocer una obra de arte aunque les estuviera mordiendo la cara. El arte y su expresión más allá de las fronteras de la habilidad, ja. Yo no se pintar, punto. Por eso no pinto. Si quiero expresar algo, no lo hago pintando. Tampoco ato a un chucho a la pared para concienciar ni demostrar nada. Puestos a demostrar, podría encadenar a la pared del CAAM y acribillar al artistilla este a patadas en la cabeza, para pone de manifiesto la rabia e ira que me produce su concepto intelectual del arte.

¿Que soy un cínico? Pues si... he aprendido a pasar de largo cuando veo a alguien tirado en la calle, y me pide dinero. Incluso admito sin vergüenza que me da infinitamente más pena ver a un perro abandonado, y me cuesta mucho más pasar de largo cuando se te para delante y te mira esperanzado. Me deja mal cuerpo sólo con pensarlo. ¿Que muere gente y animales a patadas en el mundo? Si, es un hecho. Uno que puedo ignorar tan fácilmente como cualquiera que me lea, puede que más. Pero si voy a un museo y me topo con un animal agonizante atado a la pared, lo desato y me lo llevo a una protectora a la de ya. Si ha de morir, que muera donde le toque, no parado delante de un centenar de imbéciles y mucho mal gusto sólo porque un pijirrín con acento de papito quiere forrarse a su costa. Y que se cuide mucho el payaso de turno del autor de salirme al paso...

Ea, ni fotos ni poyas. Esto era para descargarme, que este es mi blog y cuelgo lo que se me ponga en los cojones... al que le haya tocado la sensibilidad, que busque por internet y se haga sus propias cábalas.