viernes, 28 de marzo de 2008

Abandonware, una infancia por recuperar

Recuerdo cuando comencé la carrera, hace ya unos buenos años. Por aquel entonces disponía de un ordenador cariñosamente apodado Frankenstein, en parte de mi primo. Y digo ambas cosas porque era una mezcla de los componentes de dos de sus viejos Pentium II que funcionaban, con memoria RAM y una aceleradora 3D (una Diamond Voodoo-TNT fusion o algo así) que me había traído de las palmas.

El caso es que no daba para mucho el pobre, y se pegaba la mitad del tiempo escarranchado. Pero había un tipo de juegos que funcionaban a la perfección la mayoría de las veces: los de abandonware. Podía retomar los grandes clásicos con los que jugaba en mi 486 o mi pentium I, aquellos a los que no pude jugar más cuando el maldito disco de 3.5 se jodía (o símplemente porque no llegaban todos los títulos a Las Palmas). Hablo de grandes clásicos como las Gold Box de SSI basadas en Forgotten Realms (las sagas de Pool of Radiance, Krynn y Savage Frontier), de Eye of the Beholder, de Legend (en EEUU se le llamó Four Crystals of Trazere)... ¡qué grandes! Una era en la que revolución gráfica significaba 256 colores, y el éxito dependía de la historia y la jugabilidad.

¿Sabíais que todavía quedan páginas de esas en activo? Underdogs y Abandonia siempre fueron mis favoritas. ¿Links? Buscad en Google, putos vagos...

2 comentarios:

Ulin dijo...

Así fue como pude volver a jugar al indy 3 y al 4... ^^

Björnir dijo...

Pos yo me envicio con los jueguillos estos y me pierdo ^_^