Hay un fenómeno que siempre me ha llamado la atención en las películas de ciencia ficción, y es que suelen basarse en las modas e ideas del momento actual para elaborar el ambiente futurista del film o libro en cuestión. Por ejemplo, en la genial Blade Runner, las calles están petadas de punks al más puro estilo londinense, coincidiendo con el resurgir de la moda punk en EEUU en los 80. Humungus, el ayatolah del rock&roll y señor del páramo de Mad Max II, es también un claro ejemplo del malo futurista-punkarra de los 80. En las ilustraciones de Shadowrun, vemos todo ese corte de finales de los 80 y principios de los 90 en los incursores...
Así pues, uno se pregunta: ¿qué sucedería si hicieran ahora una película de ciencia ficción, empleando los elementos actuales de la sociedad? Pues... ¡El Enano Explorador tiene la respuesta!
1· Año: Por convenio, se dejan pasar unos 30 años. Así al espectador joven se le da la oportunidad de decir aquello de "cuando yo nací, pensaban que en esta época los coches volaban". Por cierto, que a Ridley Scott le quedan 10 años escasos para que se cumpla. Digamos, 2039.
2· Lugar: Pues sería este país. Pero claro, si proyectamos el momento actual 30 años, debiera ser... la FRELAE (Federación Republicana de Estados Libres Antiguamente Españoles). España, como tal, será una mención en los libros de historia y el nombre de un barrio de mala muerte en la ciudad en la que transcurre la película. La FRELAE es como la ONU, pero en miniatura y con más idiomas. De hecho, al más puro estilo Blade Runner, en la calle se habla una jergla mezclada de todos los idiomas de la FRELAE (Euskera, Gallego, Bable, Cantabru, Catalán, Valenciá, Balear, Andalú, Canario, Arabe, Ruso... ahm, y los hijos de inmigrantes sudamericanos recuerdan algunas palabras de Español).
3· El Prota: Este es un punto difícil. Hace 10 años estaba claro, un tipo virilmente violento, de vida social turbulenta e inestable, y adicto al alcohol. Hoy en día haría falta alguien sensible, gay-friendly que diría David. Un metrosexual, por ejemplo. Bien vestido de marca, peinadito y perfumado, con una pareja estable a la que no matan como parte de la trama (porque todo sabemos que cuando una mujer muere, incluso en un accidente de coche, es violencia machista). Va al gimnasio, claro, pero no es un cachas insensible. Más bien hace step y tonificación. Y no conoce ningún arte marcial, pero baila Batuka. Y puede convencerte esgrimiendo poderosos argumentos porque domina el Diálogo y el Talante. Resultó vencedor en una edición de Gran Hermano, demostrando su elevado coeficiente intelectual.
4· Los Malos: Antes se estilaba alguna tribu urbana de mal vestir, como los punkys o los heavys, especialmente aquellos de grupos étnicos minoritarios (la imagen del navajero negro vestido con vaqueros y cadenas es un hito del cine de los 80). Ahora no podríamos usar grupos inmigrantes de malos, porque hemos abolido la xenofobia de la imagen pública. Y lo más parecido a una tribu urbana mal encarada que nos queda son los EMOs. Así pues, una banda de EMOs que asesinan gente mostrándoles sus videoblogs. Son adolescentes, lo que en el 2039 significan que tienen 7 (siete) años.
5· El Marco: Antes se pensaba en futuros postapocalípticos. Países arruinados bajo el dominio de megacorporaciones, desertizacción y desmoronamiento de las grandes ciudades, etc. Hoy en día, somos conscientes del cambio climático, estamos a punto de desmontar el capitalismo y la globalización es más solidaria que nunca con el tercer mundo. Así que sólo cabe pensar en un futuro utópico de igualdad social y alianza entre civilizaciones. No hay guerras, porque los países sólo envían soldados en misiones de Paz. Y de hecho, entre las monjas de clausura hay niveles de violencia mayores que en los cuerpos de élite de los principales ejércitos del mundo.
6· La Trama: Pues asunto difícil. Nada de triple V (Violenta Venganza Viril), que el protagonista no es de esos testosteronados sin cerebro. Y a su mujer ni tocarla, claro. En todo caso, digamos que hay ciertas rencillas entre el prota y los EMOs por haber matado a su compañero de trabajo. (del que, para justificar su muerte, revelaremos más adelante que tenía ideas unionistas respecto al país). Tampoco puede haber tensión política de ningún tipo, porque las naciones son aliadas. Ni robos, claro, que ya no hay pobres en el futuro. Así que, sin que exista violencia, el protagonista y los EMOs tendrán que chatear y llegar a un acuerdo sobre lo ocurrido con su compañero, presuntamente asesinado.
Podría sobrevenir un clímax hecatómbico cuando el protagonista se enfada tanto que está a punto de dar una palmada sobre el teclado, presa de la intensidad del momento.
CONCLUSIÓN: Un coñazo de proporciones épicas, pero políticamente correcto. De verdad, qué ganas tengo de que hay crisis económica, guerras en oriente medio y gente con malas intenciones en la política y en la calle para que produzcan buen cine de ciencia ficción.
Así pues, uno se pregunta: ¿qué sucedería si hicieran ahora una película de ciencia ficción, empleando los elementos actuales de la sociedad? Pues... ¡El Enano Explorador tiene la respuesta!
1· Año: Por convenio, se dejan pasar unos 30 años. Así al espectador joven se le da la oportunidad de decir aquello de "cuando yo nací, pensaban que en esta época los coches volaban". Por cierto, que a Ridley Scott le quedan 10 años escasos para que se cumpla. Digamos, 2039.
2· Lugar: Pues sería este país. Pero claro, si proyectamos el momento actual 30 años, debiera ser... la FRELAE (Federación Republicana de Estados Libres Antiguamente Españoles). España, como tal, será una mención en los libros de historia y el nombre de un barrio de mala muerte en la ciudad en la que transcurre la película. La FRELAE es como la ONU, pero en miniatura y con más idiomas. De hecho, al más puro estilo Blade Runner, en la calle se habla una jergla mezclada de todos los idiomas de la FRELAE (Euskera, Gallego, Bable, Cantabru, Catalán, Valenciá, Balear, Andalú, Canario, Arabe, Ruso... ahm, y los hijos de inmigrantes sudamericanos recuerdan algunas palabras de Español).
3· El Prota: Este es un punto difícil. Hace 10 años estaba claro, un tipo virilmente violento, de vida social turbulenta e inestable, y adicto al alcohol. Hoy en día haría falta alguien sensible, gay-friendly que diría David. Un metrosexual, por ejemplo. Bien vestido de marca, peinadito y perfumado, con una pareja estable a la que no matan como parte de la trama (porque todo sabemos que cuando una mujer muere, incluso en un accidente de coche, es violencia machista). Va al gimnasio, claro, pero no es un cachas insensible. Más bien hace step y tonificación. Y no conoce ningún arte marcial, pero baila Batuka. Y puede convencerte esgrimiendo poderosos argumentos porque domina el Diálogo y el Talante. Resultó vencedor en una edición de Gran Hermano, demostrando su elevado coeficiente intelectual.
4· Los Malos: Antes se estilaba alguna tribu urbana de mal vestir, como los punkys o los heavys, especialmente aquellos de grupos étnicos minoritarios (la imagen del navajero negro vestido con vaqueros y cadenas es un hito del cine de los 80). Ahora no podríamos usar grupos inmigrantes de malos, porque hemos abolido la xenofobia de la imagen pública. Y lo más parecido a una tribu urbana mal encarada que nos queda son los EMOs. Así pues, una banda de EMOs que asesinan gente mostrándoles sus videoblogs. Son adolescentes, lo que en el 2039 significan que tienen 7 (siete) años.
5· El Marco: Antes se pensaba en futuros postapocalípticos. Países arruinados bajo el dominio de megacorporaciones, desertizacción y desmoronamiento de las grandes ciudades, etc. Hoy en día, somos conscientes del cambio climático, estamos a punto de desmontar el capitalismo y la globalización es más solidaria que nunca con el tercer mundo. Así que sólo cabe pensar en un futuro utópico de igualdad social y alianza entre civilizaciones. No hay guerras, porque los países sólo envían soldados en misiones de Paz. Y de hecho, entre las monjas de clausura hay niveles de violencia mayores que en los cuerpos de élite de los principales ejércitos del mundo.
6· La Trama: Pues asunto difícil. Nada de triple V (Violenta Venganza Viril), que el protagonista no es de esos testosteronados sin cerebro. Y a su mujer ni tocarla, claro. En todo caso, digamos que hay ciertas rencillas entre el prota y los EMOs por haber matado a su compañero de trabajo. (del que, para justificar su muerte, revelaremos más adelante que tenía ideas unionistas respecto al país). Tampoco puede haber tensión política de ningún tipo, porque las naciones son aliadas. Ni robos, claro, que ya no hay pobres en el futuro. Así que, sin que exista violencia, el protagonista y los EMOs tendrán que chatear y llegar a un acuerdo sobre lo ocurrido con su compañero, presuntamente asesinado.
Podría sobrevenir un clímax hecatómbico cuando el protagonista se enfada tanto que está a punto de dar una palmada sobre el teclado, presa de la intensidad del momento.
CONCLUSIÓN: Un coñazo de proporciones épicas, pero políticamente correcto. De verdad, qué ganas tengo de que hay crisis económica, guerras en oriente medio y gente con malas intenciones en la política y en la calle para que produzcan buen cine de ciencia ficción.